Recepción de los daimyos en el
castillo Edo aplicando la política del
sankin kōtai, que permitía el control de éstos por el shogunato, forzándolos a tener una doble residencia que se alternaba entre Edo y su
feudo, el «secuestro» de sus familias en Edo y el coste del transporte entre ambos lugares.
Biombo de Kyosai Kiyomitsu (1847).
El período Edo (江戸時代 Edo jidai?), también conocido como período Tokugawa (徳川時代 Tokugawa jidai?), es una división de la historia de Japón, que se extiende de 1603 a 1868. El periodo delimita el shogunato Tokugawa o, por su nombre original en japonés, Edo bakufu (江戸幕府?), el cual fue el tercer y último shogunato que ostentó el poder en Japón.
En 1603, Ieyasu fue nombrado oficialmente por el emperador Go-Yōzei como shōgun,91 puesto que ocuparía sólo por dos años, pues en 1605 decidió abdicar en favor de su hijo Hidetada, tomando para sí el título de Ōgosho (大御所? «shōgun enclaustrado»).92 Como ōgosho mantuvo el control del gobierno. Tuvo además que enfrentarse a la amenaza de Toyotomi Hideyori, hijo de Hideyoshi, ya que algunos partidarios aseguraban que era el legítimo sucesor del gobierno y muchos samuráis y rōnin se aliaron con él con la finalidad de combatir al shogunato,93 lo cual desembocó en dos batallas resumidas con el nombre de «asedio de Osaka». En 1614, los Tokugawa, bajo el liderazgo del Ōgosho Ieyasu y del shōgun Hidetada, dirigieron un numeroso ejército al castillo Osaka en lo que se conoce como «El Asedio de Invierno de Osaka».93 Eventualmente, Ieyasu hizo un trato con la madre de Hideyori, Yodogimi, y las tropas de Tokugawa comenzaron a llenar el foso con arena, por lo que Ieyasu regresó a Sunpu. Después de que Hideyori se negó nuevamente a abandonar el castillo, este último fue asediado, en lo que se conoce como «Asedio de Verano de Osaka».94 Finalmente, a finales de 1615, el castillo cayó durante la batalla de Tennōji,95 donde los defensores fueron muertos, incluyendo a Hideyori, quien decidió cometer seppuku.96Con los Toyotomi exterminados, ya no existieron amenazas serias para la dominación de los Tokugawa de Japón.
Con la unificación ocurrida en el período Azuchi-Momoyama, Japón se había convertido en un país más pacífico, y en el período Edo se consolidó la estructura social que se había establecido tras la unificación de Hideyoshi, con tres rangos: la clase gobernante samurái, la agrícola y la ciudadana (artesanos, mercaderes y comerciantes). La pacificación y el aumento de la producción de oro y plata desde el período Azuchi-Momoyama, dieron condiciones de vida más estables en las clases sociales durante más de dos siglos y medio, a diferencia de períodos anteriores, y esto trajo como consecuencia que la población desarrollara sus habilidades vocacionales.97 98 La clase samurái se organizó y desarrolló un sistema administrativo eficiente y legal, así como avances en varios campos de la erudición, mientras que los agricultores y ciudadanos mejoraron en el ámbito material. En el siglo XVII la producción de arroz se había duplicado y el cultivo de cosechas valiosas en el mercado se extendió en todos los pueblos. Con el desarrollo industrial se alcanzó un nivel de prosperidad en muchas ciudades y el poder económico de los comerciantes sobrepasó al de los samuráis.98 99
Sakoku
Vista del puerto de
Nagasaki y de la isla de
Dejima (abajo al centro). Se observan dos barcos holandeses (a la derecha) y varios juncos chinos estacionados en el puerto y uno cerca de Dejima. El
Imperio chino y los
Países Bajos fueron los únicos en comercializar con Japón durante el
sakoku.
Pintura de 1820.
Cuando Ieyasu asumió el poder, aún Japón estaba en el esplendor del período comercial Nanban, y aunque aún se permitía la comercialización con los europeos al igual que con Hideyoshi, se observaba con recelo sus acciones. En 1614 se hizo el primer viaje transocéanico hacia Occidente por el galeón San Juan Bautista, con una embajada japonesa encabezada por Hasekura Tsunenaga. También el shogunato había permitido entre 1604 y 1636 el uso de 350 shuinsen, barcos mercantes que hicieron intercambios comerciales en varias regiones de Asia.
No obstante, la constante expansión del cristianismo era considerado por el shogunato como un «problema», sobre todo con las ventajas que tenían los daimyos cristianos de Kyūshū y su relación con los comerciantes europeos, y la percepción de que la presencia de españoles y portugueses en Japón desencadenaría un proceso de conquista similar a la ocurrida en el Nuevo Mundo, en especial la conquista de Filipinas por los españoles. El shogunato pensó que la actividad de los misioneros europeos era una fachada que escondía la intención de una conquista política.99 En 1612 se obligó a los vasallos y residentes de las propiedades del clan Tokugawa a que abandonaran el cristianismo, en 1616 se restringió el comercio exterior a las ciudades de Hirado y Nagasaki, en 1622 se ejecutaron a 120 misioneros y conversos, en 1624 se expulsó a los españoles de Japón y en 1629 se ejecutaron otros miles de conversos.
Durante el gobierno del tercer shōgun Tokugawa, Iemitsu, se registró la primera gran hambruna del shogunato Tokugawa, la cual se extendió desde 1630 hasta 1640-1641,100 lo que ocasionó protestas de campesinos en 1632, 1633 y 1635.101 La Rebelión Shimabara de 1637-1638 fue la consecuencia más dramática de la deteriorada relación con el gobierno debido a esta crisis,101 en la que campesinos católicos se enfrentaron contra el numeroso ejército del gobierno.102 aunque dicha protesta no tenía fines religiosos ni políticos, este evento al parecer convenció a Iemitsu de restringir el cristianismo en Japón definitivamente, por lo que emitió una orden en 1639 en la que se prohibía dicha religión, además que se impediría la entrada al país de los sacerdotesportugueses y la salida de japoneses so pena de muerte, así como la exclusión de Japón al mundo.103 Durante este período de aislamiento, conocido como sakoku (鎖国?), las relaciones comerciales con todas las naciones europeas cesaron, a excepción de los Países Bajos, con quienes se mantuvo activo el comercio pero éste estaba autorizado exclusivamente en Dejima.104Japón siguió manteniendo relaciones comerciales con China y Corea, aunque de manera limitada.
Sociedad y política
Con el shogunato Tokugawa se estableció una estructura de poder equilibrado, conocido como bakuhan (el shogunato y los feudos), en el que el shogunato gobernaba de manera directa la ciudad de Edo, sede del gobierno militar, mientras que los daimyos gobernaban en sus feudos.105 Tras la pacificación, muchos samuráis perdieron sus posesiones y tierras, ya que sólo existían unos pocos daimyos (unos 260 hacia el siglo XVIII), por lo que tenían pocas opciones: dejar sus espadas y convertirse en campesinos, ser vasallos del daimyō o ser vasallos del shōgun (volverse hatamoto). Los daimyos también fueron controlados estrictamente, ya que el shogunato les impuso la política del sankin kōtai desde 1635 hasta 1862, en el que la familia del daimyō debía vivir de manera obligada en la ciudad de Edo, mientras que el daimyō debía alternar su residencia anualmente entre Edo y su feudo, lo que ocasionaba gastos añadidos al tener que mantener dos residencias y sufragar cuantiosas procesiones, limitaba su poder económico y militar y evitaba así cualquier intento de rebelión en contra del shogunato.
Aparte de los integrantes del bakuhan, el emperador y los cortesanos (kuge) disfrutaron también de una posición privilegiada. Debajo de ellos estaban las «cuatro clases sociales» (身分制 mibunsei?) en que se dividió la población: los samurái en la cima (alrededor del 5 % de la población), luego los campesinos (alrededor del 80 %), seguidos por los artesanos y, en último lugar, los comerciantes.106 Los campesinos debían vivir de manera obligada en los campos, mientras que los samurái, los artesanos y comerciantes vivían en las ciudades que se formaban alrededor del castillo del daimyō y estaban subordinados a su feudo. Aparte de este sistema, estaban los eta y los hinin, las categorías más desfavorecidas, que eran considerados desde parias hasta «no humanos».
Cultura
Kaitai Shinsho, tratado de anatomía publicado en
1774 y es una traducción al japonés del libro holandés
Ontleedkundige Tafelen, hecho por estudiosos del
rangaku.
La gran ola de Kanagawa, grabado
ukiyo-e hecho por
Hokusai en
1832.
Japón recibió de manera tímida las técnicas y ciencias occidentales del rangaku (蘭学? «aprendizaje holandés») a través de libros y fuentes que llevaban los comerciantes holandeses en Dejima. Los campos de estudio abarcaban desde la medicina, geografía, astronomía, arte, ciencias naturales, idiomas, física y mecánica. Durante el gobierno del shōgun Tokugawa Yoshimune se flexibilizó la introducción de libros extranjeros en 1720 y se permitió la traducción de éstos al japonés, lo que causó un mayor auge de este estudio. A comienzos del siglo XIX había un claro intercambio cultural entre japoneses y holandeses. Por ejemplo, el doctor Philipp Franz von Siebold enseñó medicina occidental por primera vez en 1824 a estudiantes japoneses, con el permiso del shogunato.107 Sin embargo, el shogunato decidió revertir su apoyo al rangaku en 1839 promulgando el edicto bansha no goku, que provocó la represión de varios estudiosos que cuestionaban los efectos del sakoku y del edicto de repulsión de naves extranjeras de 1825. No obstante, estos edictos dejaron de tener efecto en 1842y el rangaku volvió a ser enseñado, hasta que se volvió obsoleto con la abolición del sakoku una década después.
De manera local, el neoconfucianismo se convirtió en el principal movimiento intelectual y se permeó en el shogunato, apelando a una mayor atención a la vida secular del hombre y de la sociedad, teniendo como consecuencia un pensamiento racionalista y humanista. Hacia mediados del siglo XVII se había convertido en la principal corriente filosófica y sentó las bases de la escuela kokugaku (国学? «aprendizaje nacional») que rechazaba el confucianismo chino y valoraba la cultura japonesa previa a la influencia china.
Con la expansión del neoconfucianismo, la clase samurái mostró un mayor interés en la historia japonesa y en el cultivo de las artes, dando como resultado el bushido (camino del guerrero). También hubo un florecimiento cultural en la clase popular, a través del chōnindō, y la educación, el alfabetismo y la enseñanza de la aritmética se extendieron de manera general a la población.99
Una de las consecuencias de este estilo de vida más culto fue la aparición del ukiyo (浮世? «mundo flotante»), que era el estilo de vida divertido y entretenido que tenía la clase media y que produjo un florecimiento cultural en la era Genroku (1688-1704, llamado también cultura Genroku): el bunraku, el kabuki, las geishas, la ceremonia del té, la música, poesía y literatura se convirtieron en parte de ese mundo y fue expuesto como arte a través del ukiyo-e. El ukiyo-e comenzó a finales del siglo XVII por Harunobu, y tuvo como máximos exponentes a Kiyonaga y Utamaro en el siglo XVIII y a Hiroshige y Hokusai en la primera mitad del siglo XIX.
Entre los principales exponentes de la literatura de este período están el dramaturgo Chikamatsu Monzaemon y al poeta Matsuo Bashō, quien escribió versos haiku durante su viaje por varios sitios en Japón a finales del siglo XVII.
Comienzo del declive
Hacia el siglo XVIII, el tráfico de mercancías experimentó un crecimiento significativo tanto en las áreas urbanas como en las rurales. Esto trajo como consecuencia que tanto el shogunato como los daimyos se encontraron en el punto en que los ingresos de los impuestos que estaban basados en la producción del arroz, estaban volviéndose insuficientes para cubrir los gastos que aumentaban cada año. Se optó con el aumento de los impuestos, pero esto ocasionó rebeliones por parte de la clase campesina, sumadas a la aparición de numerosas hambrunas y desastres naturales que azotaban el país, como el gran incendio de Meireki de 1657, el terremoto de Genroku de 1703 y la erupción del Monte Fuji de 1707, que causaron miles de fallecidos.99 Es por ello que el shogunato realizó varias reformas con el fin de contener un declive de la gobernabilidad del país: las reformas Kyōhō (1717-1744) tenían como objetivo la solvencia financiera del gobierno, las reformas Kansei (1787-1793) resolvieron varios problemas sociales provocados por la gran hambruna de Tenmei, ocurrida ente 1782 y 1788, y en revertir algunas decisiones gubernamentales, las reformas Tenpō (1830-1842) tuvieron como objetivo controlar el caos social causado por la gran hambruna de Tenpō, se prohibió la inmigración a Edo, el rangaku y la formación de sociedades, aunque el alcance de estas reformas se extendió a nivel militar, religioso, financiero y agrícola;108 y por último las reformas Keiō (1866-1867), que tuvieron como fin contener la creciente rebelión que existía en los dominios de Satsuma y Chöshü, sin éxito alguno.
A pesar que el gobierno trató de contener los problemas, estos se volvieron más notorios y surgió en el sector popular el deseo de mayores transformaciones ante la inacción del shogunato.99 Uno de estos casos fue el del samurái Ōshio Heihachirō, un oficial de menor categoría del shogunato en Osaka y que durante la gran hambruna de Tenpō suplicó a sus superiores que alimentasen a las víctimas del hambre. Ante la negativa de estos, Heihachirō vendió sus libros con el fin de ayudar a la gente, y posteriormente siguiendo los preceptos neoconfucionistas, acusó al shogunato de corrupción. Creó un ejército con campesinos, estudiantes neoconfucionistas y otros plebeyos y suscitó una rebelión en 1837 que destruyó parte de la ciudad antes de que las tropas del gobierno lograsen sofocarla. Heihachirō cometió seppuku cuando fue capturado.
Representación japonesa del
HMS Phaeton en la bahía de Nagasaki en 1808. Este incidente fue uno de los pocos intentos de Occidente en romper sin éxito la política del
sakoku.
De manera paralela a lo que ocurría dentro del país, algunos países extranjeros comenzaron a presionar al shogunato a que abandonara el sakoku.109 A finales del siglo XVIII varios exploradores rusos llegaron a las islas Kuriles y a Hokkaido (Pavel Lebedev-Lastochkin en 1778 y Adam Laxman en 1792) con el objetivo de eventualmente abrir el comercio con Japón,109 tarea que fue asignada sin éxito por Nikolai Rezanov en 1804, por lo que el Imperio ruso se enfrentó con el shogunato en la disputa de las islas de Sajalín y las Kuriles en la primera mitad del siglo XIX.
En 1808, la fragata británica HMS Phaeton llegó al puerto de Nagasaki, poniendo en jaque a las autoridades de Dejima y del shogunato al exigir por la fuerza suministros bajo la amenaza de disparar sus cañones contra las embarcaciones japonesas y chinas ancladas en el puerto. El Nagasaki bugyō (oficial del shogunato de la ciudad), Matsudaira Yashuide, inicialmente pidió refuerzos pero por la demora de estos, finalmente accedió a las demandas de los ingleses. Tras el incidente Yasuhide cometió el seppuku y puso en alerta a las autoridades del shogunato sobre la presencia de barcos extranjeros, incentivando el «edicto de repulsión de barcos extranjeros» creado en 1825.
El incidente del Morrison de 1837, en donde un barco mercante estadounidense que iba a devolver unos náufragos japoneses fue cañoneado,110 junto con la derrota del Imperio chino en la Guerra del Opio en 1842 y que señaló un cambio de rumbo en la situación internacional en el Extremo Oriente, derivó en críticas al shogunato sobre su política de aislamiento, teniendo como resultado la abolición en 1842 del edicto de repulsión de barcos extranjeros, la suspensión de las ejecuciones de los extranjeros que llegasen al país y en proveer suministros a sus barcos. Es así que los balleneros de Inglaterra, Estados Unidos y otros países llegaron a las costas de Japón a pedir agua y alimentos.109 A pesar que con esta abolición no tenía fines comerciales, algunos países insistieron en la apertura del país: en 1846 el comandante estadounidense James Biddle, quien firmó el primer tratado entre Estados Unidos y China, intentó sin éxito la apertura comercial con Japón, pero en 1848 el capitán James Glynn logró la primera negociación exitosa con el shogunato y fue la persona que recomendó al Congreso de Estados Unidos la negociación con Japón, si era posible, por la fuerza, siendo una de las causas de la expedición del Comodoro Perry en 1853.
Bakumatsu y Restauración Meiji
Matthew Perry obligó a Japón a terminar el aislamiento en
1853.
Aunque el sistema político establecido por Ieyasu y afinado por sus dos sucesores Hidetada y Tokugawa Iemitsu se mantuvo prácticamente intacto hasta mediados del siglo XIX, distintos cambios políticos, sociales y económicos volvieron al Gobierno Tokugawa ineficiente y posteriormente causaron su colapso.104 Desde mediados del siglo XVIII, el shogunato y los daimyos sufrieron serias dificultades económicas debido a que la riqueza pasó a la sociedad comerciante de las zonas urbanas. El creciente descontento entre los granjeros y samuráis motivó al Gobierno a intentar contrarrestar la situación por medio de diversas medidas, ninguna de las cuales surtieron efecto. Además de por los problemas internos, la situación del país empeoró asimismo debido a las distintas presiones de potencias extranjeras que trataban de obligar al Gobierno para que el país se abriera al comercio. Este período se conocería entre 1853 y 1867 como bakumatsu (幕末?).104
Apertura a las potencias occidentales
En julio de 1853 el comodoro estadounidense Matthew Perry llegó a la bahía de Tokio con una flota de barcos llamados por los japoneses como los «Barcos Negros» (黒船 kurofune?) y dio plazo a Japón para que rompiera el aislamiento en un año, con la amenaza de que si negaban su petición Edo sería asediado por los sofisticados cañones Paixhans de las embarcaciones.109 111 112 113 114 A pesar de que los japoneses empezaron a fortificarse ante el regreso de los estadounidenses (se crearon las islas-fortalezas de Odaiba,115 se construyó el buque Shōhei Maru a partir de textos del rangaku y se construyó un horno de reverbero para hacer cañones116 ), cuando la flota de Perry regresó en 1854, fueron recibidos sin ninguna resistencia por el oficial del shogunato, Abe Masahiro, quien no tenía experiencia en seguridad nacional y al no poder lograr un consenso entre las diversas facciones (Corte Imperial, shogunato y daimyos) decidió unilateralmente aceptar las demandas de Perry y permitir la apertura de varios puertos y la puesta de un embajador estadounidense en Japón, con la firma de la Convención de Kanagawa de marzo de 1854, dando por terminado de manera formal la política de sakoku que rigió Japón por más de dos siglos. aunque al principio el shogunato se mostraba indeciso sobre cómo actuar frente a las potencias extranjeras, finalmente se permitió el comercio y se firmaron una serie de tratados, conocidos como «Tratados desiguales» (Tratado de amistad Anglo-Japonés, Tratado Harris, Tratado de Amistad y Comercio Anglo-Japonés), durante la Convención de Kanagawa, sin el consentimiento de la casa imperial, lo que ocasionó un fuerte sentimiento anti Tokugawa.104
La decisión de Abe lesionó significativamente a la estabilidad del shogunato, a pesar que trató de buscar asistencia militar de los Países Bajos y buscó consejo ante los shinpan y tozama daimyō, hecho que molestó a los fudai daimyō quienes tenían los más altos cargos. Por todo ello fue reemplazado por Hotta Masayoshi. No obstante, algunos oficiales como Tokugawa Nariaki, seguidor de la escuela Mito, creada del neoconfucianismo y del kokugaku, expresaron sentimientos contra la presencia extranjera y apelaron a la reverencia al emperador, ya que consideraban que el shogunato Tokugawa ya no era institución confiable. Este pensamiento nacionalista fue conocido con el lema sonnō jōi (尊王攘夷? «reverenciar al emperador, expulsar a los bárbaros»), propuesto por el pensador de la escuela Mito Aizawa Seishisai en un libro publicado en 1825.
Escena de la
batalla de Shimonoseki, entre Estados Unidos y
Chōshū en julio de 1863.
Hotta buscó el apoyo de la Corte Imperial para la ratificación de los nuevos tratados, pero no logró convencerlos, desatando una crisis política entre el shogunato y al Corte. En 1858 la situación se agudizó con el fallecimiento del shōgun Tokugawa Iesada, sin dejar heredero. Nariaki, junto con los shinpan y tozama daimyō, apoyó a Tokugawa Yoshinobu,117 mientras que los fudai daimyō apoyaron a Tokugawa Iemochi, logrando finalmente la aprobación de éste por la Corte. El líder de la facción Ii Naosuke se convirtió en tairō,118 y fue el artífice de una purga de prominentes miembros opositores a la firma de los tratados. Este suceso, conocido como la purga Ansei, puso en arresto domiciliario a Nariaki y a Yoshinobu, al igual que a varios miembros del shogunato, de varios han e inclusive de la Corte Imperial, y se ejecutaron ocho personas, entre ellos a Yoshida Shōin, un intelectual del sonnō jōi.119 En 1858 se firmaron cinco tratados comerciales, llamados Tratados Ansei, permitiendo la apertura de los puertos de Nagasaki, Hakodate y Yokohama en 1859, pero eso provocó una creciente fricción entre los extranjeros y los samuráis, que se agudizó al punto de que con regularidad eran asesinados tanto extranjeros como colaboradores japoneses.120 Ii Naosuke fue asesinado en marzo de 1860durante el incidente de Sakuradamon y provocó el fin de la purga. Sumado al ataque a la Legación Británica en Edo en 1861 y el incidente de Nanamugi en 1862, justificaron a las potencias occidentales una intervención militar contra los samuráis. En marzo de 1863, el emperador Kōmei rompió el rol ceremonial que tuvieron los emperadores por varios siglos e ingresó al escenario político al emitir la orden de expulsión de los bárbaros(攘夷実行の勅命 jōi jikkō no chokumei?). El dominio de Chōshū acató la orden y decidió atacar navíos extranjeros en el estrecho de Shimonoseki.121 Otros dominios como Satsuma y Tosa, que eran contrarias al shogunato, decidieron aliarse y seguir el edicto.
Dado que el shogunato era incapaz de controlar estos incidentes, los países extranjeros (Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Holanda) tomaron la iniciativa con represalias contra el movimiento nacionalista. El 16 de julio de 1863 se escenificó la batalla de Shimonoseki entre Estados Unidos y el dominio de Chōshū, cuatro días después Francia bombardeó Shimonoseki y luego fue nuevamente bombardeada por una coalición aliada el 5 y 6 de septiembre de 1864, provocando la inminente derrota de Chōshū. En agosto de 1863 el Reino Unido bombardeó Kagoshima y provocó la derrota del dominio de Satsuma. Entre mayo de 1864 y enero de 1865 el shogunato combatió contra samuráis y rōnin seguidores del sonnō jōi en la rebelión de Mito, logrando la victoria del shogunato. Otros seguidores del sonnō jōi y miembros del dominio de Chōshū intentaron tomar sin éxito el Palacio Imperial en Kioto durante la rebelión de Hamaguri, el 20 de agosto de 1864. Hacia finales de 1864 el shogunato había logrado a través de estas batallas neutralizar el movimiento xenofóbico y movimientos nacionalistas como el Ishin Shishi habían sido brutalmente reprimidos.122 El Emperador Kōmei decidió cambiar su postura de no hacer tratados con las potencias extranjeras, luego que en noviembre de 1865 varios barcos de guerra aliados se habían apostado en los puertos de Hyōgo y Osaka, a cambio de que el emperador ratificara los tratados comerciales con Estados Unidos.123 A partir de ese momento, la filosofía de "expulsar a los bárbaros" perdió su ímpetu ya que era un objeto irrealizable, más cuando las potencias occidentales lograron reprimir con severidad a quienes los desafiaban. No obstante, la carga económica que se le impuso a Japón al ser vencido en estos combates (indemnizaciones, nuevos tratados, apertura de más puertos y más privilegios a las potencias) demostró que la estructura del shogunato ya era obsoleta y que era necesario un nuevo tipo de liderazgo, teniendo como máxima figura al emperador.
Pintura japonesa que representa los «Barcos Negros» del comodoro Matthew Perry.
Imagen que evocaba el sentimiento de "expulsar a los bárbaros" (1861).
Intercambio comercial en Yokohama (1861).
Escena de la rebelión de Mito (1864).
Ocaso del shogunato
Chōshū mantuvo una posición beligerante contra el shogunato, por lo que en junio de 1866 el Gobierno envió una expedición punitiva que terminó en fracaso debido a que el dominio de Chōshū había modernizado su ejército. Esta derrota obligó al shogunato a modernizarse también, enviar a algunos estudiantes al extranjero y aceptar una misión militar francesa en 1867.124 Tras la muerte prematura del shōgun Iemochi a finales de 1866, lo sucedió finalmente Tokugawa Yoshinobu, quien había aspirado al puesto años atrás. En enero de 1867, falleció el emperador Kōmei y le sucedió el príncipe Mutsuhito, el emperador Meiji.
Yoshinobu trató de mantener en apariencia unas relaciones cordiales con el nuevo emperador, aunque en realidad hubo tensión entre ambos gobernantes;125 sin embargo, el disgusto de los daimyos opuestos al shogunato era incontenible, y finalmente el 9 de noviembre de 1867, el emperador ordenó secretamente a los señores de Chōshū y Satsuma eliminar al shōgun.126 No obstante, a petición del daimyō de Tosa, Yoshinobu decidió voluntariamente entregar su autoridad y poder al emperador, y accedió a convocar una asamblea general de daimyos para crear un nuevo Gobierno.127
Si bien la renuncia de Yoshinobu había creado un vacío en el gobierno, el shogunato continuaba existiendo. Además, el gobierno del shogunato y la familia Tokugawa en particular seguirían siendo una fuerza importante en el nuevo orden y conservarían un gran poder político,128 una perspectiva que los más intransigentes de Satsuma y Chōshū consideraron inaceptable.129 Los acontecimientos se precipitaron cuando, el 3 de enero de 1868, estos últimos tomaron el control del palacio imperial de Kioto y, al día siguiente, hicieron que el emperador Meiji, de tan sólo quince años, declarara la restauración de su poder absoluto, lo que dio fin al régimen Tokugawa y al gobierno de los shogunes en el país, que había durado más de siete siglos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario